Con la llegada de agosto, los colombianos se preparan para afrontar un nuevo aumento en el precio de la gasolina en el país. A partir del primero de agosto, se espera un incremento de $600 por galón, lo que elevaría el costo promedio del combustible a $13.564.

Esta noticia ha sido recibida con inquietud por los conductores, quienes temen los efectos en sus economías diarias. Además, la ciudad de Villavicencio continúa siendo la más afectada, con el precio del galón superando la barrera de los $14.000.      

La medida del Gobierno Nacional ha sido justificada en varias ocasiones como una medida necesaria para solventar el déficit al Fondo de Estabilización de Combustibles, que surgió en el año 2022 y ha dejado un hueco por un total de $37 billones.

El enfoque fiscal ha llevado a la administración a implementar aumentos escalonados en el precio de la gasolina, lo que ha generado preocupación entre la población.      

Esta situación ha generado pesimismo entre los conductores, quienes observan con aprensión la posibilidad de futuras disminuciones en el corto plazo, como lo ha mencionado el presidente de la República, Gustavo Petro.

Según el mandatario, una vez que el precio de la gasolina alcance los valores internacionales y se cuente con un pequeño excedente para pagar la deuda generada, se permitirá que los precios de los combustibles fluctúen según los mercados internacionales, que muestran indicios de una tendencia a la baja durante el final del año y los próximos meses.      

El impacto económico de estos incrementos no pasa desapercibido para la población, especialmente para aquellos que dependen del transporte vehicular para su sustento diario. Sectores productivos también se ven afectados, pues los mayores costos de transporte se traducen en un aumento en el precio de bienes y servicios.      

En el caso de la capital, Bogotá, se espera que el precio aproximado de la gasolina corriente alcance los $13.973 por galón, lo que representará un desafío adicional para los conductores de la ciudad. No obstante, Villavicencio persiste como la ciudad con el combustible más costoso del país, superando la barrera de los $14.000 por galón.      

Ante esta coyuntura, diversos sectores de la sociedad han manifestado su preocupación y han solicitado al Gobierno la búsqueda de alternativas para mitigar el impacto en la economía de los ciudadanos. Se espera que se implementen medidas que permitan equilibrar las necesidades fiscales del país con las demandas de la población, a fin de alcanzar una estabilidad en los precios de los combustibles en el futuro.      

Así queda el incremento en las principales ciudades del país: 

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