SOMOS UN LATIDO QUE CREA

¿Por qué si somos tan creativos para un lado de la polaridad: El caos, la crisis; por qué no podemos hacerlo para el otro lado: La armonía, la abundancia ?

¿Por qué no podemos invertir nuestro sentimiento, nuestro pensamiento, nuestra acción en construir líneas de posibilidades distintas, líneas de tiempo futuros potenciales,

si el futuro es una construcción en presente

En estos momentos, donde el mundo está convulsionado, se necesita un espacio para una experiencia de calma, de silencio, que no es el silencio de la ausencia del ruido; sino un silencio como quietud, de ausencia de todo concepto humano.

¿Y para qué este silencio, ésta quietud? Para poder alinearnos, centrarnos, para poder ocupar el lugar que hemos venido a ocupar, pues ese lugar ha sido llenado por un montón de otras cosas, por mucho ruido en forma de quehaceres, calificaciones, conceptos, criterios; es un ruido que habitamos permanentemente, que nos distrae de la presencia de nosotros mismos en la vida. La realidad es que estamos habituados al ruido y el reto es cómo me encuentro a mí mismo en un lugar particularmente diferente, que pueda dar lugar a otras experiencias en la vida, a otra cosa.

El futuro es una construcción en presente. Entonces, si me imagino el caos, lo que estoy haciendo es crear una onda electromagnética de energía que va materializando posibilidades en ese sentido. Pero también puedo crear la otra línea.

¿Cómo puedo ayudarme a estar en quietud para mejorar mi creación ?

En el latido del corazón.

Los seres humanos somos un latido permanente. Si no existiera este latido no existiría la vida. Lo cierto es que cada uno debiera hacer auto conciencia de si late en miedo, en alegría, en preocupación, armonía, enfermedad, salud. Cuál es el latido que soy. Si se toma la foto del corazón latiendo, un electrocardiograma, nos damos cuenta que no es lo mismo uno de una persona tranquila al de una persona enojada o triste o estresada. Las ondas que se generan son totalmente diferentes. Se ha comprobado que cuando el corazón pasa mucho tiempo latiendo de manera incoherente, con un ritmo que no es estable, termina enfermo. Si pudiéramos ver con nuestros ojos físicos, lo que emana el latido cardíaco, nos daríamos cuenta que se genera un campo electromagnético, una burbuja y esa burbuja está cargada de información, de energía y, esa información, puede ser tremendamente ruidosa o puede ser muy melódica, porque nosotros generamos ondas que pueden ser coherentes o incoherentes.

Y con ese latido es que creamos resultados que son a los que nos enfrentamos cada día.

Cuando no pueda con su entorno, regrese al latido de su corazón. Armonice su latido, buscando armonizar el latido de los otros. El corazón no es ni bueno ni malo, el corazón es lo que sostiene la vida y, si yo estoy latiendo, estoy sosteniendo mi vida y me vínculo en armonía, en quietud, con el latido que me circunda: automáticamente genero resonancia, una fuerza poderosa, más poderosa que cualquier guerra.

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