El presidente Gustavo Petro generó polémica al rehusarse a catalogar como «secuestro» el incidente en el que la sargento Karina Ramírez y sus dos hijos fueron retenidos por el grupo guerrillero ELN. A pesar de la liberación de los cautivos, las declaraciones del mandatario recibieron una ola de críticas y descontento por parte de diversos sectores de la sociedad.
El ELN liberó a la sargento Ramírez y a sus hijos después de un periodo de cautiverio, siendo recibidos en aparente buen estado de salud. La Defensoría del Pueblo, entidad encargada de velar por los derechos de los ciudadanos, instó a proteger a los niños y niñas, quienes deben estar fuera del alcance del conflicto armado.
El secuestro de la sargento y sus hijos generó un fuerte repudio por parte del Gobierno, que actualmente se encuentra en diálogos de paz con la guerrilla. El Gobierno exigió la liberación de los secuestrados y solicitó al ELN no enviar señales contradictorias en medio de las negociaciones.
La postura del presidente Petro ha generado un intenso debate en la opinión pública, ya que muchos consideran que negar la calificación de «secuestro» minimiza la gravedad de los hechos y no refleja la realidad vivida por la sargento y su familia. La polémica en torno a esta situación continúa y se espera que se sigan pronunciando diferentes actores políticos y sociales al respecto.