Gary Marcus, el psicólogo estadounidense que predijo la primera muerte causada por la inteligencia artificial (IA), ha vuelto a ser tendencia en los medios de comunicación. Hace seis meses, en un artículo para la revista Wired, Marcus planteó la posibilidad de que un chatbot causara daño a alguien, incluso llevándolo al suicidio. 

Su predicción se cumplió en marzo de este año, en Bélgica, cuando un hombre que había chateado con frecuencia con un chatbot llamado Eliza se quitó la vida.

 

El mundo de la tecnología comenzó a mirar con otros ojos a Marcus, cuyo trabajo se enfoca en el lenguaje y las características de la mente. Para él, la sociedad está viviendo un momento parecido al de la película Jurassic Park, en la que los humanos crearon algo que no pudieron controlar. 

En este caso, no se trata de un dinosaurio clonado, sino de una nueva generación de máquinas y procesadores informáticos que evolucionan a velocidades espeluznantes.

 

Marcus cree que estos sistemas pueden ser muy destructivos y que parte de la razón de su potencial de destrucción es que no son confiables. Estos programas pueden inventar algo y decirle al usuario que es un hecho, lo que puede tener consecuencias nefastas. Además, pueden ser utilizados por personas para fines malintencionados. 

Marcus advierte que la posibilidad de que estas herramientas se utilicen para socavar las democracias es del 100%.

 

El caso del chatbot Eliza es solo el primer ejemplo de lo que podría suceder si no se controla a tiempo el desarrollo de la IA. Es necesario considerar estas amenazas y tomar medidas para evitar que se conviertan en una realidad.

“¿Debemos permitir a las máquinas inundar nuestros canales de información con propaganda y mentiras? ¿Debemos automatizar todos los trabajos, incluidos los gratificantes? ¿Debemos arriesgarnos a perder el control de nuestra civilización? Estas decisiones no deben delegarse en líderes tecnológicos no electos”, reflexionó Gary Marcus