La ciudad atraviesa un peligro inminente por la liberación de gases altamente tóxicos.
Foto: MUNDO
Un tren de carga que transportaba un producto químico potencialmente tóxico se descarriló al en el norte de Estados Unidos, después del incidente miles de residentes cerca al lugar de la tragedia aún no han podido regresar a sus hogares.
Se trata de un gas incoloro que se utiliza en una variedad de productos plásticos y materiales de embalaje. Cuando se quema puede crear fosgeno, una sustancia altamente tóxica utilizada como arma química en la Primera Guerra Mundial.
Una zona de evacuación de un radio de entre 1,5 y 3,2 km fue instalada alrededor del lugar. Las autoridades instaron además a las personas que residen fuera del área a quedarse en casa tanto como sea posible.
La zona de evacuación obligatoria comprende áreas tanto en Ohio como en Pensilvania. Las autoridades pidieron a unos 2.000 residentes que evacuaran sus hogares.
No se reportaron heridos ni muertes después de que unos 50 vagones se salieran de las vías el 3 de febrero por la noche cerca de la frontera entre Ohio y Pensilvania. El tren transportaba carga desde Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania.
Es poco lo que se ha hablado de este suceso en los medios de comunicación pese a que es un echo de grandes magnitudes que podría desencadenar en una tragedia, contrario a lo que se ha ocurrido en medios internacionales sobre la aparición de los objetos no identificados y que han sido derribados por Estados Unidos.
Críticos aseguran que la ausencia de difusión de una notica y la importancia mediática de la otra tiene que ver con una cortina de humo para desviar lo que en realidad está pasando en Ohio.