La comunidad se encuentra confinada y se ha reportado cientos de familias desplazadas, además de asesinatos en la zona.
Foto: Colprensa
Mientras que en varios municipios se puede sentir una aparente calma por el cese al fuego de varios grupos armados. En zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca, la guerra no da tregua pues en los primeros días del año se han vivido enfrentamiento entre el ELN (que no aceptó la propuesta del Gobierno de un cese al fuego bilateral extendido) y el Clan del Golfo.
En el sector como el Bajo Calima, los choques más fuertes entre ambos grupos armados se han concentrado en los territorios de López, La Mojarra y San Luis.
Esto ha provocado que la comunidad de estes lugares estén confinados y reporten un gran número de personas desplazadas y asesinadas.
«Mientras que en muchos rincones de Colombia se habla de paz, aquí no cesa la violencia. El ELN es el que tiene el dominio, pero parece que esta estructura no le hace caso al comando central.Son una especie de rueda suelta, son sangrientos y hacen lo que quieren”
, reveló en diálogos con la revista Semana, líderes de la zona.
Otro ciudadano del sector de La Mojarra, epicentro de varios combates, confesó a Semana que,
“las balaceras son constantes.
No hay un día en que no escuchemos el estruendo de los fusiles: en la noche escuchamos los pasos de arriba para abajo, corren, caminan, hablan bajito; luego disparan y así se la pasan. Nosotros, mientras tanto, tratamos de meternos debajo de la cama o detrás de objetos pesados que puedan detener un disparo, porque la mayoría de casas son de madera”.
El secretario de Gobierno de Buenaventura, Arlington Agudelo, aseguró que a pesar de los anuncios de cese bilateral que había hecho el Gobierno nacional, la Fuerza Pública siempre ha estado atenta a responder ante cualquier amenaza y que tan pronto se conocieron los combates entre los dos grupos armados ilegales, las autoridades acudieron a la zona para proteger a la población.
Fuente consultada: Infobae