Las autoridades australianas han detenido al obispo Christopher Saunders, un alto miembro retirado de la Iglesia Católica, por presuntos abusos sexuales a menores. Saunders enfrenta un total de 19 cargos relacionados con abusos sexuales y pederastia, que supuestamente ocurrieron entre 2008 y 2020.
Los cargos contra Saunders incluyen dos delitos de penetración sin consentimiento, catorce de asalto indecente y tres de gestión indecente hacia menores de entre 16 y 18 años, aprovechándose de su posición de autoridad.
La detención se produjo en la ciudad de Broome, donde Saunders residía, y está previsto que comparezca ante el tribunal para enfrentar las acusaciones. Estos eventos han sido el resultado de investigaciones llevadas a cabo tanto por las autoridades australianas como por el Vaticano.
Saunders, quien renunció a su cargo en 2020 tras la divulgación de las primeras denuncias, había estado bajo sospecha desde entonces. Sin embargo, las autoridades australianas inicialmente cerraron el caso sin presentar cargos. Fue gracias a una investigación interna del Vaticano que se reabrió el caso y se compartieron los hallazgos con la policía, lo que finalmente condujo a la detención del obispo.
El arzobispo de Perth y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos Australianos, Timothy Costelloe, ha calificado las denuncias como «profundamente preocupantes» y ha enfatizado la necesidad de una investigación exhaustiva.
Este incidente se suma a una serie de casos de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica en Australia, que han llevado a una amplia investigación sobre la respuesta de las instituciones religiosas a estas denuncias.