Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 95% de nuestra alimentación depende del suelo. Sin embargo, la tasa de degradación del suelo está en aumento, lo que representa una seria amenaza para la seguridad alimentaria y la salud del planeta. Ante esta situación, es fundamental tomar medidas para proteger y restaurarlo, asegurando así la sostenibilidad de nuestros ecosistemas. 

En este contexto, la CARDER desempeña un papel destacado. Con más del 40% de áreas protegidas que cuentan con diferentes figuras de conservación, la CARDER permite la implementación de diversos usos como conservación, restauración y desarrollo sostenible. 

Esta estrategia permite continuar desarrollando las actividades agropecuarias en nuestro territorio sin comprometer la integridad de los recursos naturales.

Dentro de las acciones llevadas a cabo por la CARDER, se destacan la bioingeniería, la reforestación y la entrega de material vegetal. Estas actividades contribuyen a fortalecer los ecosistemas y promover la recuperación del suelo degradado. 

Además, la administración adecuada de los recursos es fundamental para garantizar que todas estas acciones estén enmarcadas dentro de un desarrollo sostenible, buscando un equilibrio entre la producción agrícola y la conservación del medio ambiente.