Después de 40 días perdidos en la selva del Guaviare, cuatro niños indígenas han sido rescatados y serán acogidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Este viernes, Astrid Cáceres, directora del ICBF, confirmó que la institución se hará cargo de los menores, quienes habían sobrevivido a un accidente aéreo ocurrido hace seis meses, en el cual viajaban junto a su madre, otro adulto y el piloto.      

Los niños, quienes permanecían en el Hospital Militar de Bogotá desde su rescate el 9 de junio, fueron dados de alta y trasladados a un centro de protección infantil del ICBF cuya ubicación no ha sido revelada. Sin embargo, Cáceres mencionó que se ha buscado un entorno rural para que los niños se sientan cómodos durante su recuperación.      

La directora del ICBF también indicó que el regreso de los niños a la vida cotidiana tomará alrededor de seis meses, durante los cuales se llevará a cabo una investigación sobre el entorno y contexto familiar para determinar su futura custodia.

«En este momento se debe tener más contexto sobre el entramado familiar»

, afirmó Cáceres, añadiendo que contarán con la ayuda y acompañamiento de comunidades indígenas para llevar a cabo esta tarea.      

Esta segunda fase del proceso tiene como objetivo principal cuidar y proteger a los niños hasta que exista un entorno seguro fuera de la custodia del ICBF. Los cuatro hermanos, quienes llegaron al hospital con signos de desnutrición, deshidratación e infecciones, se encuentran ahora en buen estado de salud. Según Cáceres, han recuperado talla y peso y se sintieron protegidos durante su salida del hospital gracias al acompañamiento de las organizaciones indígenas.      

La custodia de los menores podría recaer en los abuelos maternos o en el padre, quien ha sido acusado de violencia machista contra la madre, según informes de algunos medios. Esta decisión será tomada tras la investigación del entorno familiar.   

Además, se anunció que, por instrucción presidencial, se está configurando una fiducia con el objetivo de garantizar el buen uso de los recursos que puedan ser donados o aportados por particulares para asegurar el futuro de los hermanos.      

El rescate de estos niños indígenas ha sido un verdadero milagro. Después de sobrevivir durante meses en la selva, su recuperación física y emocional será ahora una prioridad para el ICBF. La historia de estos valientes hermanos nos recuerda la resiliencia y la fuerza que pueden mostrar los niños en situaciones extremas.