Hoy se cumplen 24 años de la tragedia natural que más ha afectado al Eje Cafetero.
Foto: RCN Radio
El 25 enero de 1999 transcurría con total normalidad, en el cielo, algunas nubes negras eran presagio de que pronto las gotas de agua se precipitarían al suelo del Eje Cafetero. Pero más allá de ese amago de lluvia, nadie sospechaba la tragedia que estaba a punto de suceder.
Alrededor de la 1:19 de la tarde, un sismo de 6.2 en la Escala de Richter y 17 Km de profundidad sacudió fuertemente los departamentos de Risaralda y Quindío, siendo este último el más afectado.
Este fuerte movimiento telúrico destruyó en la capital del Quindío los principales centros de respuesta como el cuartel de la Policía, bomberos, la oficina de Medicina legal y la Defensa Civil; por lo que la emergencia no fue atendida inmediatamente.
Según los reportes que se tienen de la época cerca de 1.000 personas perdieron la vida tras el terremoto y alrededor de 125 personas en las 14 réplicas siguientes, siendo la primera una de las más fuertes a las 5: 40 de la tarde.
En Pereira, el movimiento telúrico causó graves estragos en diferentes barrios de Cuba, al occidente de la ciudad, y en otros sectores como el centro y Villa Santana, donde varias edificaciones colapsaron y muchas quedaron afectadas.
En la capital de Risaralda se registraron 40 muertos, más de 50 heridos y 52.000 personas damnificadas.
La reconstrucción de la zona cafetera estuvo a cargo del Fondo para la Reconstrucción y Desarrollo Social del Eje Cafetero, Forec, un modelo creado para el momento, que estuvo a cargo de Luis Carlos Villegas, a través de la cual se coordinó toda la parte interinstitucional y de movilización social y comunitaria promovido por el Estado bajo la tutela técnica y operativa del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud.
Fuentes: RCN Radio – infobae