Estaba en 5º primaria, en la escuela San Fernando de Cuba. Nuestro profesor era don Aicardo Pulgarín “alias Tomasito”, le decían así porque se ponía bravo, se enrojecía y era bajo de estatura: ¡un tomate! Recuerdo ese año, entre otras cosas, porque aprendí “cívica”. Muchos no tienen la más … remota idea de qué es eso. Y se nota a la hora de elegir gobernantes, o de pedirles cuentas.
Ese año, hace ya unos 40, aprendí lo que eran las ramas del poder público: ejecutivo, legislativo, judicial; también la diferencia entre gobernación y alcaldía; que los ciudadanos tenían deberes y derechos; en fin, todo un festín para un niño curioso de unos 10 años.
Pasó la vida. Entendí que había más poderosos que los que había estudiado. Por ejemplo, quienes te dicen “¿plata o plomo?” o el 4º poder, que antes eran los medios y ahora es la “viralización de la información” en redes sociales. Y, lentamente se me quitó el velo de creer que el estado es el responsable de todo. O que el presidente, el gobernador, el alcalde, de turno, tienen una varita mágica que resuelve todos los problemas. ¡un verdadero pajazo mental!, perdón, digo “acto masturbatorio de diversas implicaciones”.
Arranquemos por un ejemplo. La pobreza. Puede que las políticas económicas que trace un presidente de la república, a mediano plazo, la impacten. Pero, ningún gobernador, alcalde, es capaz realmente de incidir en ella. A lo mejor logre desarrollar algún programa de granjas o huertas para subsistencia, regalar mercados, y así, pero decir que va a reducir la pobreza, simplemente, así quisiera, No es capaz. Entonces algunos dicen que el tema es de ingresos, de empleo, y vuelve y juega. Puede que un presidente incida. Pero, un alcalde, un gobernador ¿qué puede hacer? ¿alentar obras? ¿empleatones? ¿ayudar empresas? Y ¿qué más?
En este tema, ha ayudado mucho, la forma IRRESPONSABLE en que se entregan los subsidios en Colombia. ¿Quién olvida el padre de un congresista con SISBEN?… miles de ejemplos… millones de personas que creen que el estado está para “vivir sabroso”, disculpas, disculpas, para que el estado (que pagamos todos nosotros) le subsidie todas sus necesidades.
Podemos seguir, el tema de “la seguridad” ¿alguien cree aún que un alcalde es quien manda la policía municipal? Si aún alguien lo cree: o no quiere ver o quiere creerse un cuento.
Ahora llegan las elecciones. Los alcaldes, tienen unas funciones: según la Constitución (supongo que se la ha estudiado) y la Ley 136. Estas incluyen, dirigir la acción administrativa del municipio; colaborar con el Concejo; coordinar servicios con la Nación, el Departamento y las autoridades jurisdiccionales; Con relación a la Ciudadanía, deben informar sobre su gestión; Impulsar mecanismos para promover el crecimiento, la sostenibilidad del municipio tanto en lo fiscal, como en lo social y ambiental. En fin, aquí, en un enlace del ÁGORA CÍVICA las puede leer:
https://acortar.link/FGupuM
la mayoría son letra muerta: ejemplo decenas de funciones sin recursos, o sin “dientes”.
Si un mago o una maga candidata promete reducir pobreza, generar empleo, acabar con la inseguridad y más, “ascensores a la luna” (…) simplemente es una o un politiquero asesorado por algún irresponsable que le dice que diga cualquier idiotez pues considera que la mayoría de votantes son eso … idiotas ¿lo somos?.
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