Hace 25 años, la Corte Constitucional emitió una decisión que ha resurgido en TikTok gracias a un abogado, Jorge Iván Guerra, quien utiliza las redes sociales para explicar temas jurídicos de manera sencilla y promocionar sus servicios. La sentencia T-119/98, aunque no lleva oficialmente ese nombre, se refiere al «derecho a ladrar» de los perros, protegiendo a sus dueños de exigencias para que callen a sus mascotas.
El fallo se originó por un conflicto entre dos vecinos en Tabio, Cundinamarca, donde uno de ellos solicitó que los perros de la finca del otro fueran silenciados. El inspector de Policía intervino y exigió a José Guillermo Monroy Hernández, dueño de los perros, adecuar el lugar donde permanecían los animales para evitar perturbar la tranquilidad del vecindario. Aunque se cumplió con la exigencia, Gonzalo Martínez Sanmartín, el vecino, presentó una acción de tutela para proteger su derecho a la intimidad y a la petición, buscando que se retiraran los animales.
El caso llegó hasta la Corte Constitucional, que determinó que los ladridos de los perros son inherentes a su naturaleza y no se puede exigir a los dueños que los eviten o regulen su intensidad. El fallo destacó la diferencia entre el ruido excesivo producido por actividades humanas y los sonidos naturales de los animales, que escapan en gran parte al control humano.
La Corte invitó a los vecinos a buscar acuerdos de convivencia respecto a los ladridos y resaltó que las perreras construidas por Monroy fueron medidas suficientes para atender las quejas de Martínez. De esta manera, la sentencia T-119/98 protege el derecho de los perros a ladrar y a sus dueños a tener animales domésticos en sus propiedades sin vulnerar derechos fundamentales.
Este caso ha resurgido en redes sociales, demostrando cómo plataformas como TikTok pueden ser utilizadas para difundir temas legales importantes de manera accesible y comprensible para todos.