En medio del creciente flujo migratorio ilegal de colombianos hacia Estados Unidos, han surgido grupos delictivos que se aprovechan de la esperanza de las personas por encontrar mejores oportunidades en ese país, estafándolas y sometiéndolas a terribles abusos.

  

Durante el mes de mayo, las autoridades de Migración Colombia, en colaboración con la Policía Judicial y la Fiscalía, han logrado desarticular tres organizaciones dedicadas al tráfico de migrantes y trata de personas. La más reciente de ellas utilizaba una estrategia conocida como la «Ruta de Oro», en la cual se ofrecían supuestos viajes turísticos a México como fachada para facilitar el ingreso irregular de personas a territorio estadounidense.

  

Cuatro personas, dos mujeres y dos hombres, fueron capturadas en operativos simultáneos llevados a cabo en Bogotá, Villavicencio (Meta) y Floridablanca (Santander). Según la Fiscalía, estas personas serían los representantes en Colombia de la organización, cuyo líder principal reside en México y responde al alias de Abraham.

 

«Al parecer, utilizaban agencias de viajes en Villavicencio, Bogotá y Floridablanca (Santander) para ofrecer paquetes turísticos todo incluido a Cancún y Ciudad de México, con costos que oscilaban entre ocho y 15 millones de pesos», explicó la Fiscalía. Una vez las personas adquirían estos paquetes y viajaban a México, eran recibidas por contactos de «Abraham», quienes las alojaban en hoteles previamente establecidos.

  

Después de realizar actividades turísticas como medida de distracción, las personas eran trasladadas a ciudades fronterizas como Mexicali, Tijuana y Juarez, para cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos a través de senderos, zonas desérticas y pasos no autorizados. Sin embargo, en el transcurso de esta peligrosa ruta, las condiciones cambiaban drásticamente y los migrantes eran sometidos a robos, secuestros, extorsiones, amenazas de muerte e incluso las mujeres eran víctimas de violaciones, según afirmó el director de Migración Colombia.

  

«Todas las pertenencias que llevaban consigo los migrantes eran robadas y puestas a la venta en locales de la frontera mexicana. Cuando los migrantes no lograban cruzar a Estados Unidos y reclamaban, eran amenazados de muerte tanto por la organización en Colombia como en México», complementó Migración en un comunicado oficial.