El Ejército Nacional de Colombia ha logrado desmantelar en un lapso de 72 horas tres presuntos laboratorios utilizados para el procesamiento artesanal de pasta de coca, los cuales se cree que están vinculados al Clan del Golfo en la subregión del Urabá antioqueño, según informó la institución castrense este jueves. 

En el marco del Plan Ayacucho y como parte de las operaciones militares en curso, el Ejército Nacional ha descubierto y destruido tres pequeñas instalaciones utilizadas para el procesamiento de alcaloides, las cuales, de acuerdo con las investigaciones, estarían relacionadas con el Clan del Golfo. 

«Gracias a esta operación, el grupo armado dejará de recibir más de 100 millones de pesos mensuales (equivalentes a unos 24,300 dólares al tipo de cambio actual)» y «se ha evitado la producción de aproximadamente 300 kilogramos de clorhidrato de cocaína al mes», afirmó el Ejército en un comunicado. 

Los dos primeros laboratorios fueron descubiertos en la vereda Toribio Alto, en el municipio de Turbo, mientras que el tercero fue hallado en la vereda El Remigio, en el municipio de Chigorodó, por tropas del Batallón de Infantería N.° 47. 

Las fuerzas militares confiscaron «244 galones de insumos líquidos y más de 324 kilogramos de insumos sólidos», así como maquinaria y equipos utilizados en el proceso de elaboración de pasta de coca. 

Esta operación se ha llevado a cabo en repetidas ocasiones en esta zona fronteriza con Panamá, e incluye la destrucción de varias «caletas» por parte del Ejército. Esta estrategia forma parte de la política del presidente Gustavo Petro, que prioriza las incautaciones en lugar de las erradicaciones forzosas. 

Sin embargo, los campesinos de la zona han expresado su descontento con estos operativos, ya que consideran que estos laboratorios, a los que ellos llaman «caletas», son estructuras rústicas de aproximadamente 20 metros cuadrados, con techos de plástico y pisos de tierra, donde ellos mismos procesan las hojas de coca que cultivan para aumentar su valor de venta.

En estas estructuras, utilizando una guadaña, cortan las hojas para que liberen su sustancia y luego las fermentan con una combinación de químicos que incluyen amonio, ácido sulfúrico, gasolina, cemento y cal, con el fin de obtener la pasta o base de coca.

Este mercado, que ha experimentado una disminución en los precios, está controlado por el Clan del Golfo, el principal grupo criminal en esta área, y cada gramo de pasta de coca se cotiza a 3,100 pesos colombianos (equivalentes a 0.67 dólares).