Un puma, encontrado al lado de su mamá muerta, y otro hallado dentro de un guacal, son los dos nuevos integrantes de la familia del bioparque Ukumarí de Pereira.  Sin embargo, aunque se les dio la bienvenida a estos dos mamíferos bebés para su cuidado y protección, la gerente del bioparque, Sandra Correa, hizo un nuevo llamado a las personas para que no tengan en sus viviendas mascotas que son calificadas como fauna silvestre. 

“Vemos con tristeza que las personas siguen teniendo animales como mascotas. Y no solo pumas bebés, como en este caso, sino también tortugas, serpientes y nutrias”

, dijo puntualmente Correa. 

El puma es el cuarto felino más grande del planeta y una especie carnívora. Los que llegaron al bioparque son bebés y deben ser enseñados por su mamá a defenderse solos en el bosque. En este caso, la autoridad ambiental los entregó Ukumarí porque no están entrenados y no hay un programa de rehabilitación especializado en ese sentido.        

Los pumas llegaron a Ukumarí provenientes de Amva, la Corporación Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. A uno de ellos lo encontraron en Copacabana abandonado cerca de un parque metido en un guacal, y al otro, en una finca en Montería, junto a la mamá que estaba muerta. 

El bioparque los recibe para ser cuidados de manera profesional y para que una vez estén listos puedan convivir con otros de su especie en este escenario natural. 

DATO DE INTERÉS

A lo largo de siete años, desde sus inicios, el bioparque Ukumarí se ha consolidado como un referente a nivel nacional e internacional como destino turístico de naturaleza que promueva experiencias memorables, integrando la educación ambiental, los objetivos del desarrollo sostenible y dando a conocer los programas de conservación de la vida silvestre y de protección de los animales.