De verdad, que estamos en un país de hampones, lo sucedido con la aerolínea Viva Air es la demostración palmaria de mi afirmación. Una empresa que hasta el día de ayer por sus páginas web, en los propios aeropuertos, seguía vendiendo paquetes y tiquetes de avión, más aún, recibiendo maletas de los incautos pasajeros y clientes a minutos de dejar en tierra y cerrar las operaciones aéreas y dejar a miles de viajeros literalmente botados en un aeropuerto colombiano y en otros como México. Esta es una conducta criminal, un multimillonario fraude.  

Dicen algunos que es una forma de presión a la Aeronáutica Civil para que les autorice la fusión solo con Avianca, para que esta última siga abusando de sus pasajeros. No están interesados en compraventa con otras empresas del sector que mostraron interés en quedarse con la fallida y quebrada empresa de bajo costo. 

También hay que investigar las razones por las cuales este gobierno, el del cambio anuló todo el trámite que llevaba meses en los escritorios del Gobierno de Duque. ¿Razones? Corrupción, la tajada debe ser grande y en dólares.  

Y en la mitad de este sanduche, el pueblo pendejo, ilusionado en montar en avión a precios módicos y no con el abuso de los actuales operadores, que han triplicado costos de tiquetes y la autoridad muda. Gracias de todas maneras a Viva Air y ojalá la Fiscalía y la capacidad punitiva del Estado les fulmine y descargue multas multimillonarias e inhabilite a esa empresa y a todos sus socios de ser empresarios del aire de por vida. Miserables.

 

  

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