«Nada más cruel e inhumano que una guerra. Nada más deseable que la
paz. Pero la paz tiene sus causas, es un efecto. El efecto del respeto a los
mutuos derechos. Jorge Eliécer Gaitán.”

Nada cambiará en esta sociedad, hasta que desde las bases no se
desarraigue la manipulación que siempre busca justificar los actos violentos,
el lenguaje que incita e invita al odio, al resentimiento, los calificativos
despreciables; nos creemos moralmente superiores o impolutos para juzgar
y señalar, gracias a un complejo de superioridad humana y moral, pero
todos somos igual de indignos, de dientes para afuera el discurso enamora,
pero ninguno hemos aprendido realmente a respetar la ideología,
pensamientos, gustos o afinidades de otro, hablamos de tolerancia y
respeto a la diferencia, pero ni en el lenguaje lo aplicamos, solo somos
hipócritas morales, “quien esté libre de pecado que lance la primera
piedra”.

Frustra, da tristeza, indignación, una cantidad de sentimientos encontrados
el observar como los procesos se tiran a la basura, por decisiones
irresponsables de un momento de efusividad, porque no pensamos con la
cabeza, sino desde la emoción y los apasionamientos instantáneos, que ya
caen en el fanatismo, actuaciones típicas de hombres primitivos que creen
que la violencia es el arma para obtener lo que se quiere, continuamos
desangrándonos, “ningún ser humano nace con impulsos hostiles o
violentos, nadie se vuelve hostil o violento sin tomarse el tiempo necesario
para aprenderlo”.

La fiesta del futbol es eso, una fiesta y no podemos continuar permitiendo
en los estadios individuos que promuevan este tipo de conductas
autodestructivas y que no saben cómo vivir la fiesta del futbol, más 20 años
de diálogos, tratando de llegar a acuerdos por la cantidad de sangre
derramada, se están yendo a la basura por los flamantes ejemplos de
violencia que se vienen presentando de manera escalonada desde el mes
de marzo, cuando el día 7, en la ciudad de Pereira, un grupo de
delincuentes pertenecientes a la barra del equipo de Américas de Cali
arremetió contra el bus de deportes Tolima donde se movilizaban sus
hinchas, hechos que se repitieron el día 9 de marzo, pero contra el bus
donde se movilizaban los jugadores del junior de Barranquilla en la ciudad
de Ibagué, el 8 de abril en la ciudad de Bogotá con hinchas del millonarios
y como olvidar, el pasado 16 de abril con hechos que resultaron en
contienda y con delitos tales como violencia contra servidor público articulo
429 Código Penal Colombiano y daño al patrimonio público articulo 6 ley

610 de 2000 ocurrido en la ciudad de Medellín, acto que se replicó con
hinchas del once caldas el 18 de abril en Manizales, que ahora nos muestran
la cara que no queríamos revivir 2 hinchas muertos y 14 más gravemente
heridos en hospitales de la ciudad de Medellín la madrugada del domingo
30 de abril, hechos violentos que se repitieron en horas de la tarde del mismo
30 pero en la ciudad de Cali, cuando foráneos de la ciudad, hinchas del
América arremeten con cuchillos y machete contra un hincha del deportivo
Cali; los violentos, los vándalos y los delincuentes no pueden seguirse
tomándose los estadios del país; el barrismo no puede seguir siendo el
escampadero de delincuentes, no se puede confundir jamás pasión, con
violencia, exigir el derecho a la paz en los estadios, para que las mayorías
celebremos la fiesta del futbol, jamás será represión.