El Mirador de las Cometas de La Virginia, conocido por su impresionante vista panorámica de la ciudad y su importancia turística, se encuentra en medio de una creciente polémica debido a la falta de accesibilidad para las personas con discapacidad. Este hermoso punto de encuentro ha sido descuidado en términos de infraestructura inclusiva, lo que representa un obstáculo significativo para aquellos que tienen dificultades de movilidad.

  

A pesar de ser un espacio natural privilegiado y de gran atractivo para los visitantes, la falta de rampas, y otras instalaciones accesibles ha excluido a una parte importante de la población. Personas con discapacidades físicas, sillas de ruedas, muletas o dificultades para moverse enfrentan barreras insalvables al intentar acceder a este lugar emblemático.

  

Esta problemática ha sido denunciada por varios colectivos de defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Han destacado la necesidad de que los espacios públicos, especialmente aquellos de alto interés turístico, cumplan con los estándares de accesibilidad establecidos tanto a nivel nacional como internacional.

  

La falta de accesibilidad no solo afecta a las personas con discapacidad, sino también a sus familias y amigos, quienes a menudo se ven limitados en su capacidad para disfrutar plenamente de este mirador. Además, esta situación representa una clara violación de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad, garantizados por la legislación nacional e internacional.

  

La falta de accesibilidad en el Mirador de las Cometas de La Virginia es una cuestión que no puede ser ignorada. Es necesario que las autoridades y los responsables del mantenimiento de este espacio actúen de manera inmediata para corregir esta situación y garantizar la igualdad de oportunidades y el pleno disfrute de este sitio para todas las personas, sin importar su condición física o movilidad.

 

La accesibilidad es un derecho fundamental, y la promoción de entornos inclusivos debe ser una prioridad en nuestra sociedad. Es hora de que el Mirador de las Cometas se convierta en un lugar accesible y amigable para todos, brindando la oportunidad de disfrutar de su belleza a cada persona, sin importar sus capacidades físicas.