El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció este viernes que no se postulará a la reelección en los comicios anticipados de agosto, tras haber disuelto el Congreso el pasado 17 de mayo mediante la figura de la «muerte cruzada».

  

La «muerte cruzada» es un mecanismo constitucional que permite al presidente disolver el poder legislativo y convocar a nuevas elecciones para ambos poderes en casos de crisis política o conmoción interna.

 

Lasso, que asumió el poder en 2021, enfrentaba un juicio político impulsado por la oposición liderada por el expresidente Rafael Correa, que lo acusaba de peculado por un contrato de transporte de petróleo.

 

«Quiero ser claro, no aceptaré la postulación como candidato a la presidencia de la República en las próximas elecciones del 20 de agosto», dijo Lasso en una rueda de prensa. «No tiene ningún sentido para mí hacer campaña cuando el país me necesita dedicado a los ciudadanos», agregó.

 

Lasso también hizo un llamado a las fuerzas políticas democráticas a unirse para defender la institucionalidad del país frente al «autoritarismo».

  

 El Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene siete días para convocar las elecciones, que deberán realizarse en un plazo máximo de 90 días. El presidente y los legisladores electos estarán en el cargo hasta que finalice el periodo actual en 2025. Si es necesario, habrá una segunda vuelta presidencial el 15 de octubre.

 

Lasso ha justificado su decisión de disolver el Congreso argumentando que el juicio político tenía fines políticos y generaba una crisis antidemocrática.