Recientemente, ha habido controversia en torno a los propietarios menonitas de más de 33.000 hectáreas de tierra en el departamento del Meta. Se ha acusado a los menonitas de despojar a los campesinos locales de sus tierras y de ejercer un control excesivo sobre la región. Sin embargo, los propietarios menonitas han desmentido estas afirmaciones y han declarado que trabajan dentro de la ley y en colaboración con las comunidades locales.

Más de 150 familias menonitas han establecido su hogar en la región del Meta desde el año 2016. Han adquirido grandes extensiones de tierra para la agricultura, la ganadería y otros proyectos productivos. Según los menonitas, han cumplido con todas las obligaciones legales, como el pago de impuestos y la obtención de permisos para sus actividades. También han trabajado con las comunidades locales para proporcionar empleo y oportunidades económicas.

“Mejoramos la tierra, sembramos y nos gustó”, señaló Klass Wall, líder de la comunidad religiosa; los menonitas son una comunidad religiosa que se originó en Europa durante la Reforma Protestante del siglo XVI. Son conocidos por su estilo de vida sencillo, su enfoque en la agricultura y su pacifismo. Los menonitas han establecido comunidades en todo el mundo, incluyendo América Latina, donde han tenido una presencia significativa en países como México, Paraguay, Bolivia y Colombia.

En estas comunidades, los menonitas a menudo mantienen sus tradiciones y creencias religiosas, mientras trabajan en la agricultura y otros proyectos productivos.

La comunidad religiosa ha negado cualquier acusación de despojo de tierras o de control excesivo sobre la región. Han declarado que sus actividades están sujetas a las mismas leyes y regulaciones que cualquier otro negocio o persona en Colombia, y que trabajan en colaboración con las autoridades locales y nacionales.

Sin embargo, estas afirmaciones no han detenido las protestas y las demandas de algunos grupos de campesinos locales, quienes argumentan que han sido despojados de sus tierras y que los menonitas ejercen un control excesivo sobre la región. 

Es importante que se lleve a cabo una investigación exhaustiva y justa para determinar si existen irregularidades en las actividades de los menonitas y, en caso afirmativo, tomar las medidas necesarias para garantizar la justicia y proteger los derechos de todas las partes involucradas.