El presidente de Colombia, Gustavo Petro, enfrenta una fuerte oposición en el Congreso para aprobar sus reformas sociales en salud, pensiones y trabajo, que buscan transformar el modelo económico del país. Sus seguidores salieron a las calles este siete de junio para mostrarle su apoyo y presionar a los legisladores.
La Plaza de Bolívar fue el epicentro de la movilización, que contó con la participación de más de 7.000 personas, según cifras oficiales. Allí llegaron representantes de varios sectores afines al Gobierno, como sindicatos, estudiantes, campesinos y ambientalistas.
También se hicieron presentes algunos miembros del gabinete de Petro, como la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y la vicepresidenta Francia Márquez, quien se unió a la marcha al mediodía y agradeció el respaldo popular al mandatario.
Petro se dirigió a los manifestantes y anunció que presentaría otras dos reformas al Congreso: una agraria y otra ambiental. El presidente dijo que su propósito era construir un país más justo, equitativo y sostenible.
Las reformas de Petro han generado polémica y resistencia en algunos sectores políticos y económicos, que las consideran inviables, costosas o peligrosas para la estabilidad del país. El plazo para su aprobación vence el próximo 20 de junio, cuando termina el periodo legislativo ordinario.
La marcha se realizó en medio de una crisis de gobierno provocada por el exembajador en Venezuela y exaliado de Petro, Armando Benedetti, quien amenazó con revelar información sobre supuestas irregularidades en la campaña presidencial del 2022.
Muchos de los asistentes expresaron su rechazo a lo que llamaron «la arremetida de la extrema derecha» para desestabilizar al Gobierno y buscar su salida del poder.
La jornada transcurrió en paz y con muestras culturales que resaltaron la diversidad del país. La Policía Nacional reportó un balance positivo y no se registraron disturbios ni enfrentamientos.