Lina Marcela Isaza es una mujer de 34 años que vive un calvario desde hace casi seis años. Un día de 2018, mientras trabajaba como auxiliar de tráfico en una obra vial, fue atropellada por un coche que no respetó su señal de pare. 

El impacto le causó una lesión que desencadenó una enfermedad rara y muy dolorosa: el síndrome de Sudeck o SDRC. Este síndrome afecta a los nervios de una o más extremidades y produce un dolor insoportable y constante, que se agrava con el mínimo contacto. Además, la piel se inflama, se enrojece o se vuelve cianótica, y la movilidad se reduce. 

No hay cura para esta enfermedad, solo tratamientos paliativos que no siempre funcionan. Lina Marcela ha decidido pedir la eutanasia como única salida a su padecimiento, pero todavía no ha recibido la autorización de su EPS.

Mientras tanto, su familia también sufre las consecuencias de esta situación, que les ha arrebatado la alegría y el bienestar. Lina Marcela espera el apoyo de los risaraldenses para seguir adelante hasta que se resuelva su solicitud.