¿Es buena idea recurrir a las pantallas en estas edades?

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Lo más fácil es distraer al niño con una pantalla, pero convertirlo en costumbre es peligroso. Este es el mensaje que aporta el profesor Javier Tubío, profesor del Máster Universitario en Neuropsicología y Educación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que enfatiza la importancia de que los bebés aprendan a convivir con sus emociones, sin móviles como “apaciguadores pasivos“. 

Pero antes de demonizar los dispositivos móviles, debemos destacar cómo la incorporación de las nuevas tecnologías en nuestro día a día ha condicionado la forma en la que se desarrollan los más pequeños. Según señala Javier Tubío, no siempre para mal. 

El psicólogo explica que aunque en la actualidad los bebés comienzan a hablar más tarde, han desarrollado competencias digitales de manera más rápida y eficiente.

Por ejemplo, las nuevas generaciones tienen mejor capacidad de atención dividida, algo que antes no se observaba en niños pequeños, pero de cualquier forma, si hay algo en lo que coinciden los expertos es que, hasta los dos años los niños no deberían hacer uso de las pantallas. 

Claro que en un mundo digitalizado, no es una tarea fácil.

 

Actualmente los padres han recurrido al uso de las pantallas para calmar los ataques de rabia que sufren los niños a ciertas edades, la razón por la que los expertos advierten de esta práctica es por que puede representar un peligro en el desarrollo cognitivo porque no se aprendería a gestionar situaciones cotidianas con las que cada individuo debe lidiar.    

Hay etapas críticas en el desarrollo del cerebro en las que se aprenden estrategias fundamentales para la vida en sociedad, estas habilidades ejecutivas, pese a estar determinadas biológicamente, también dependen de la experiencia, y si el niño no se expone a ellas, sino que recurre a estrategias pasivas de distracción, no aprende a tratar con sus propias emociones.   Fuente: FF