Un estudio realizado por el Centro Nacional de Consultoría (CNC), con el objetivo de evaluar la cobertura y calidad de la alimentación escolar en sedes educativas públicas y privadas de Colombia, da cuenta de la realidad que afrontan las instituciones educativas frente a este tema y busca poner en el debate público nacional los retos que tiene el país para contribuir al Derecho Humano a la Alimentación de niñas, niños y adolescentes en el entorno escolar. 

La encuesta fue aplicada en el segundo semestre de 2022 a 1.047 docentes y rectores de sedes educativas de Antioquia, el Eje cafetero, Bogotá y ciudades del Centro Oriente, Sur Occidente, Caribe y territorios nacionales. De estas, el 65% son sedes públicas y 35% privadas. Adicionalmente, el 34% se ubican en la zona rural y 66% en la urbana. 

Los principales hallazgos son: 

Calidad y valor nutricional: 

 En una escala de 0 a 5, siendo 5 el puntaje más alto, los docentes y rectores le dieron un 4.0 a la calidad de la alimentación y 3.9 a la calidad del valor nutricional. 

En cuanto a la calidad general de las comidas que brindan las sedes educativas a los estudiantes, los docentes y rectores le dieron un 4.0 al desayuno, 4.3 al almuerzo, 3.9 al refrigerio en la tarde, 3.8 al refrigerio o medias nueve y 3.6 a la cena. 

Por otra parte, los docentes y rectores reportan adecuado el tamaño de la porción que reciben niñas, niños y adolescentes y un 91% de menores de 18 años reciben algún alimento todos los días. 

Aspectos positivos de la alimentación escolar: 

– El personal encargado de la entrega de los alimentos brinda un servicio de calidad. 

– Los estudiantes tienen acceso a alimentos frescos y calientes. 

– Con la entrega de alimentos preparados en sitio se controla la ingesta en exceso de ingredientes como sodio, grasas trans, azúcares, perjudiciales para la salud 

Aspectos por mejorar: 

– La contratación de los servicios presenta retrasos, por lo que los estudiantes no reciben alimentación durante el primer mes de cada semestre. 

– Prevalece la poca variedad en lo que se ofrece a las niñas, niños y adolescentes. 

– El tamaño de las porciones que se entrega de cada alimento son muy pequeñas, en efecto, las instituciones o familias las complementan con sus propios recursos. 

– Los alimentos tienen largos desplazamientos desde la compra hasta la entrega. Esto compromete el estado en que se reciben (deterioro o vencimiento).

Salubridad, dotación y variedad 

Los docentes y rectores solicitan apoyo del gobierno nacional para: 

– Fortalecer los servicios públicos en las cocinas escolares con el fin de mejorar los procesos de conservación de los alimentos, especialmente en la zona rural. 

– Garantizar elementos de dotación (cocinas, vajillas, utensilios), dado que actualmente están siendo gestionados por las comunidades.

Los docentes y rectores concluyen que:

– Prefieren los alimentos preparados en sitio sobre los productos ultraprocesados, por su calidad, alto valor nutricional y mayor pertinencia cultural. 

– Alertan al gobierno para regular la disponibilidad de productos ultraprocesados en las escuelas, debido a su bajo valor nutricional y su estado de pronto vencimiento. 

– Solicitan mejorar las condiciones logísticas internas y externas para la entrega efectiva y de calidad de los alimentos. 

– Definen el Programa de Alimentación Escolar con potencial de mejora, por lo que afirman que el gobierno nacional debe trabajar en su fortalecimiento. 

De acuerdo con Carlos Lemoine, presidente Vía Ciencia y presidente de Negocios en el CNC, el hambre en la escuela es un problema que se debe atender de manera prioritaria. Sin equidad alimentaria en la primera infancia y en la niñez no hay posibilidad de equidad futura. Para ser una “

Potencia mundial de la vida

”, el gobierno debe establecer como meta: hambre cero (0) en la primera infancia y en el colegio, pues elevar la calidad de la nutrición en la primera infancia y en las aulas es una misión inaplazable para el país. 

Carolina Piñeros Ospina, directora ejecutiva de Red PaPaz, considera que el gobierno debe avanzar en la creación de ambientes alimentarios saludables en instituciones educativas, oficiales y no oficiales, y servicios de atención a la primera infancia. Estamos en mora de restringir la entrega de productos comestibles y bebibles ultraprocesados en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), logrando la inclusión de alimentos reales y naturales preparados en sitio y culturalmente pertinentes, para contribuir a que niñas, niños y adolescentes reciban una alimentación adecuada que contribuya a su desarrollo integral.