Fueron tan solo algunas horas, pero en 1914, durante la Primera Guerra Mundial, un grupo de soldados decidiría espontaneamente dejar la guerra de lado para confraternizar con el ser humano que se encontraba debajo del uniforme enemigo.

Foto: A. C. Michael / The illustrated London News

Entre el 24 y el 25 de diciembre de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, las tropas del Imperio Alemán y el Imperio Británico, apostadas en el frente occidental, decretaron un alto el fuego no oficial, dando lugar a la Tregua de Navidad.

Justo después de la medianoche del 24 de diciembre, la mayoría de las tropas alemanas dejaron de disparar sus cañones y fusiles para comenzaron a cantar villancicos. Al amanecer, los alemanes salieron de sus trincheras y se aproximaron a las líneas aliadas gritando “¡Feliz Navidad!” en lengua inglesa.

En un comienzo, los soldados aliados temieron que se tratara de una trampa, pero al ver que los alemanes no portaban armas, abandonaron también de sus trincheras y estrecharon las manos.

Durante ese día, se cantaron villancicos y canciones, y hubo intercambio de cigarrillos y alimentos como regalos. Incluso, dos grupos de soldados de bandos enemigos se enfrentaron en un partido de fútbol.

Fuente: History Channel