Después de un año la invasión de Ucrania por parte de Rusia continúa y la tensión mundial aumenta cada vez más.

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El 24 de febrero de 2022, después de tres meses de tensión y provocación, tropas rusas cruzaron la frontera e invadieron Ucrania.

El ejército ruso rápidamente se logró tomar las principales ciudades ucranianas, incluyendo Kyiv y Járkiv, y la planta nuclear de Chernobyl, en medio de bombardeos.   

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Tras esta ofensiva el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ordena una movilización militar general

«con el fin de garantizar la defensa del Estado, mantener la preparación para el combate y la movilización de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y otras formaciones militares».   

Para el 25 de febrero, las tropas ucranianas se empezaron a endurecer y las sanciones en contra de Rusia por parte de EE.UU y la Unión Europea dirigidas a los sectores financieros, energéticos y de transporte del país, y la política de visas.

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Los meses que siguieron, tras los fallidos diálogos entre ambos países y apoyo de potencias extranjeras, los ucranianos lograron recuperar gran parte del territorio tomado por Rusia, concentrando la guerra en la zona del Donbas. 

De igual manera, cada vez las sanciones de las principales potencias mundiales se endurecieron poniendo al Kremlin entre la espada y la pared.  

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Un año después, las muertes civiles confirmadas por la ONU superan las 8 mil y los heridos los 18 mil. Pero los números reales sin confirmar elevarían esas cifras a más del doble. Mientras tanto, diferentes fuentes afirman que Rusia habría perdido cerca de 200 mil militares en combate y Ucrania cerca de 100 mil.

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En las últimas semanas el conflicto nuevamente tiene una escalada debido a los movimientos militares rusos, como el despliegue en el mar Báltico de barcos equipados con armamento nuclear (hecho que no sucedía desde la Guerra Fría) y los apoyos armamentísticos de la OTAN a Ucrania.

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Si algo ha quedado claro después de un año de conflicto, es que Putin no retirará las tropas rusas del territorio invadido y no está dispuesto a rendirse. Por otro lado, Ucrania se sigue fortaleciendo con dinero, armas  y munición extranjera sobre todo de la OTAN.         

   

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