Dani Alves, quien ha estado encarcelado desde el 20 de enero debido a una acusación de presunta violación, rompió su silencio y concedió una entrevista al diario La Vanguardia. En la entrevista, Alves apeló a la conciencia de la supuesta víctima y enfatizó que, “
desde el incidente en la noche del 31 de diciembre, ha podido dormir tranquilo todas las noches
”.
«Quiero que la gente sepa lo que pienso y conozca la historia desde mi perspectiva de lo que viví esa madrugada en el baño
«, afirmó Alves. Según él, todas las versiones presentadas por la parte acusadora al público no se corresponden con lo que realmente sucedió. «
Se ha creado un relato basado en el miedo y el terror que no tiene nada que ver con mis acciones
«, aseguró.
El exBarcelona expresó dudas acerca de si la presunta víctima tiene una conciencia tranquila y puede dormir bien por las noches. Sin embargo, afirmó que la perdona, declarando que nunca ha hecho daño a propósito a nadie, incluyendo a la mujer en cuestión.
En su explicación de los hechos, el futbolista brasileño reveló que entró al baño detrás de ella, sin cerrar la puerta con pestillo. Según Alves, la puerta permaneció abierta todo el tiempo y él se mantuvo sentado en la tapa del inodoro, sin proporcionar más detalles al respecto.
Así mismo, sugirió que alguien podría haber aconsejado mal a la supuesta víctima, quien posteriormente se sintió mal y decidió dar un paso adelante, sin saber cómo salir de la situación en la que se encontraba y en la que lo involucró a él. Sostuvo su inocencia frente a las acusaciones y afirmó que, si debe pedir perdón a alguien, es a su esposa, Joana Sanz.
Al describir los acontecimientos de aquella madrugada, Alves mencionó que “
después de que la mujer salió del baño, él se quedó un rato en su mesa, pero no mucho tiempo porque era tarde”. “Estaba con su amigo Bruno y fue abordado por otras personas antes de irse
”. Afirmó que “
no vio a la mujer llorando cuando pasó cerca de ella por el pasillo de salida, como se mostraba en las imágenes
”.
De haberla visto, habría preguntado qué estaba pasando y, si alguien de la discoteca le hubiera pedido que esperara porque una joven lo acusaba de agresión sexual, él no se habría ido a casa.
El jugador declaró que habría acudido a una comisaría esa misma noche para aclarar lo sucedido si se le hubiera informado sobre la denuncia. Sin embargo, supo de la acusación al día siguiente y afirmó que nadie le dijo nada mientras salía de la discoteca Sutton, por lo que se fue a casa sin preocupaciones.
Después de regresar a su hogar, Alves se duchó ya que su esposa estaba dormida y se sentía avergonzado por su infidelidad. Luego, se acostó en otra cama con rabia. A los dos días, se dirigió a México para un compromiso de juego, momento en el que se entero de las denuncias de agresión sexual.
“
En algún medio se publicó que una joven me acusaba de agresión sexual. Hablé con mi abogada Miraida Puentes y ella consultó con los Mossos y en los juzgados y me aseguró que no había ninguna denuncia y podía irme de España con toda la tranquilidad. Por eso me fui
«.