Como ser humano no puedo desconocer las capacidades y cualidades de las mujeres, su perseverancia y ante todo el esfuerzo realizado por estas en contribuir con mayor significación a la solución de los problemas sociales y económicos del país. Su labor es algo de admirar y resaltar.

También es importante resaltar la manera como en el país se victimiza a la mujer analizando espumosamente la información suministrada por el Dane, en torno a la situación laboral de esta, pues quienes abordan el tema en su gran mayoría construyen conceptos de discriminación comparando las tasas de paro de hombres y mujeres.

Este es un abordaje limitado que conduce a una visualización opaca del progreso participativo registrado por el sexo femenino en lo laboral.

Este aspecto me impulsa a brindarles a los lectores claridad sobre la verdadera situación laboral de las mujeres a nivel nacional, pues contar solamente con el ratio de paro para respaldar un tratamiento laboral segregacionista hacia estas, resulta ligero e irresponsable.

Mercado laboral de hombres y mujeres Nacional Abril-junio de 2023

En este artículo se abordan las cifras del mercado laboral por sexo y actividades económicas del orden nacional, teniendo en cuenta el último registro socializado por el Dane, que corresponde al trimestre abril- junio de 2023.

En la Tabla 1, se exhibe la ocupación por sexo y actividades económicas nacional en el tramo referenciado. 

Fuente: DANE

La Tabla 1 muestra cómo la mujer alcanzó en el trimestre mencionado una representación del 41.4% respecto al total de ocupados. Por actividades económicas su máxima participación se registró en la actividad de alojamiento y servicios de comida con el 66.6%. Le siguió el concepto de actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios con el 66.1%. En tercer lugar, se ubicó el ítem de administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana con un peso del 63.9%.

En el cuarto puesto, se halló la franja de actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos con un peso 55.5%. El puesto quinto correspondió a las actividades financieras y de seguros del 54.8%. Con participación superior al 40% se identificaron las actividades de comercio y reparación de vehículos e industria manufacturera con el 46,4% y 43.3% respectivamente.

Por último, las actividades en las cuales la mujer conto con una colaboración laboral superior al 30%, correspondieron a las inmobiliarias con el 35,2% e información y comunicaciones del 31.7%.

Las actividades económicas en las cuales la mujer logro una participación del 30% y más, generaron 15 millones 617 mil puestos de trabajo representando estos el69% del total ocupados en el trimestre resaltado. Ahora, de los puestos de trabajo creados en las actividades aludidas de mayor ocupación en el país, el 54% de ellos fueron ocupados por mujeres.

Las cifras son contundentes en el sentido de que las actividades económicas que hoy vienen dinamizado en elevada proporción la ocupación Nacional, han forjado mayores posibilidades laborales para las mujeres con respecto a los hombres.

Por sectores, el terciario impulsó el 65% de la ocupación del país (14 millones 901 mil), donde el 51% de la ocupación fue para las mujeres.

El secundario forjó el 19% de la ocupación (4 millones 282 mil), donde la mujer alcanzó una participación del 29% y en el terciario participó con el 16% de la ocupación (3 millones 602 mil). Allí la mujer cuenta con el 16% de los puestos del trabajo.

Teniendo en cuenta que el sector terciario genera el 65% de la ocupación del país y contribuye con el 68% al valor agregado total, no es prudente señalar que la mujer está siendo discriminada laboralmente, cuando cuenta con la mayor proporción de puestos de trabajo, además contribuye con su trabajo de manera reveladora a la dinamización de la economía colombiana.

Conclusiones -La tasa de desempleo no es una referencia adecuada para examinar la discriminación laboral, pues para comparar valores relativos se hace necesario, en primera instancia, analizar las variables que los componen.

Este paso permite visualizar las razones que hacen distantes o cercanos sus resultados, evitando con ello expresar conceptos que en nada benefician a la mujer y que, por el contrario, solo hacen ver su aporte a la dinámica económica del país como poco significativo.

Valdría la pena preguntarnos ¿cuáles son las labores que se realizan en las actividades del sector primario y secundario que no permiten una ocupación amplia de las mujeres en estos? ¿Qué hacer en materia educativa y tecnológica para facilitar la inserción laboral de las mujeres a estos sectores?

-No podemos seguir con discursos victimizadores por parte de académicos, políticos, aspirantes a alcaldías y gobernaciones, que solo están basados en comparaciones limitadas de la tasa de paro, los cuales por la falta del rigor opacan la participación importante lograda por la mujer en lo laboral y la contribución realizada con su trabajo al crecimiento del valor agregado terciario, que como ya se mencionó aporta el 68% al Nacional.

El análisis espumoso de las cifras expuestas por el Dane ha conducido a la proliferación de normas que supuestamente promueven la igualdad, pero realmente lo que propician es todo lo contrario. Porque una cosa es la igualdad de derechos y otra es la igualdad mediante el derecho.

Esta última la muestran como promotora de justicia, pero en el fondo lo que impulsa es una mayor inequidad 

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