“Mujeres lanzan alerta sobre posibles impedimentos para recibir avales”, El Espectador, 28 de julio de 2023.
Solía aconsejar a las mujeres que querían participar en política, que “levantaran la mano” de frente, de lo contrario los líderes de los partidos no las verían a la hora de decidir los avales para las elecciones locales. Me equivoqué. Alzar la mano, participar y demostrar liderazgo, es contrario a lo que uno esperaría, un factor más para obstaculizar el camino en la participación política de las mujeres. Los líderes locales se sienten amenazados e intimidados con las mujeres que no pueden “controlar.”
Hago parte de varios grupos de mujeres interesadas en participar en la política a nivel nacional y regional, entre ellos la iniciativa de la sociedad civil “Politikonas”, liderada por Isabel Londoño y conformada por mujeres de diferentes partidos políticos y regiones, que promueve iniciativas para aumentar la participación femenina en cargos de elección popular. También participo en el chat de la organización nacional de mujeres de la Alianza Verde, donde se abordan los temas de género del partido. Durante esta semana, fue común denominador presenciar en los dos grupos, la frustración de muchas mujeres que durante meses habían tomado la decisión de ser candidatas y cuyas aspiraciones fueron “descartadas de tajo” por los líderes regionales o nacionales de los partidos políticos. Desde alianzas con otros partidos políticos que dejaba por fuera a las mujeres, negocios debajo de la mesa entre directivos municipales o departamentales, hasta “venta de avales” en partidos políticos recién creados, fueron razones que obstaculizaron las aspiraciones de las mujeres que tenían la convicción de participar.
Precandidatas a las alcaldías, concejos y asambleas en todo el país fueron desmotivadas, excluidas, silenciadas o ubicadas en puestos en las listas con poca opción de ser elegidas. Los políticos curtidos en campañas saben que hay números que son más favorables que otros: la cabeza de lista es una lucha de poder, de allí siguen los primeros 5 puestos, el número 10 y el último en la lista. Normalmente esos lugares son decididos por los “caciques” y “dueños” de la política local. Hubo mujeres que, a pesar de tener un liderazgo demostrado, fueron ubicadas en posiciones poco favorables o simplemente descartadas por poner en riesgo un liderazgo local determinado.
La queja constate de los políticos al oponerse a la Ley de cuotas porque “son muy pocas mujeres interesadas en participar” y la justificación de tener mujeres de relleno para cumplir la cuota del 30%, no coincide con lo que pasa con aquellas mujeres competentes que expresan querer ser candidatas. A esas las bloquean. La realidad de los candidatos y cuyo plazo se cerró el 29 de julio, reflejará el cumplimiento de las cuotas, sí, pero muchas de esas mujeres serán de relleno: unas lo saben y “prestan” su nombre a algún político local. Otras, motivadas desde la ingenuidad por algún político amigo que al final pensó en ella en último momento porque no representa un riesgo para él y sus amigos.
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